Colegio Calasanz | El hormiguero
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El hormiguero

El hormiguero

Abril 17 – El hormiguero

Todo lo que el hombre busca en esta tierra está ante quien se arrodilla, a quien confiara la propia conciencia, y en cierto modo, en fin, reuniese a todos en un indiscutible, común y concorde hormiguero.
Feodor Dostoeivsky

Se titula El arte de las libertad y es un curiosa tentativa de ilustrar 50 categoría s políticas, sociales y culturales a través de otras tantas obras artísticas. La elaboración de esta particular galería simbólica corresponde a un periodista comprometido también en política, Salvatore Carubba y un historiador de arte, Flavio Caroli. En la voz “ conformismo” tropezamos con esta cita de Dostoievsky. Son frases cortantes que fotografían una realidad constante, irónicamente ilustrada en el cuadro veneciano del siglo XVIII, El concertino, de Pietro Lonmghi. Nuestro tiempo oes aún más explícito e impúdico en mostrarnos la verdad de esta afirmación; la moda manda y convierte a seguidores ciegos; el lugar común rabia burlándose de quien se cansa razonando, la TV acoge multitud de mirones estúpidamente como espectadores vulgares.
La imagen del hormiguero es iluminadora, pero lo es sobre todo una frase amarga: confiar la propia conciencia a otro. Es ésta la verdadera pérdida del alma, el desecarse de la moralidad, sustituida por el “así hacen todos”2. Y no estamos atentos, esta deriva golpea a cualquiera, porque el conformismo es un enemigo invisible que se insinúa en todos los ambientes, incluso en aquellos más irreprensibles, dejándonos sus esporas. El conformismo es el carcelero de la libertad, el enemigo del desarrollo. Sin embargo, sus cadenas son doradas, su violencia es dulce y escondida. Por ello es necesario tener la guardia alta y no entregar nunca a nadie la propia conciencia, ni tampoco cloromorfizarla en la superficialidad.

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